|    Artículo:   Las mujeres también son buenas arquitectas   |

alt

20-03-2018
Es un tema sumamente delicado en mi forma de ver las cosas y el mundo. Soy una arquitecta joven pero ya con algunos años de experiencia. Constantemente me pregunto si hice bien al elegir una carrera como la Arquitectura, una carrera que todavía está controlada por el género masculino y que debemos tener debates como el de si ¿Las mujeres también son buenas arquitectas? Eso ya no se debería cuestionar, las mujeres y los hombres tenemos muchas diferencias, pero cada uno tenemos capacidades excepcionales y necesarias para desarrollar cualquier proyecto; en conjunto o separados siempre hay cosas valiosas que podemos aportar cada uno con nuestra visión. 


Al terminar la carrera de Arquitectura decidí entrar inmediatamente a realizar un MBA y mi trabajo final de investigación lo elegí por mi inquietud de saber si para los arquitectos que yo conocía había sido tan difícil desarrollar su profesión como para mí. Me di cuenta que no, pero también que mi tema había sido equivocado, mi tema de investigación debió haber sido acerca de los obstáculos para las mujeres arquitectas en el desarrollo de su profesión, tal vez ahí hubiera encontrado respuestas para la frustración que sentía respecto al desarrollo de mi carrera.

Me encontré con el machismo hasta que terminé la universidad y quise entrar al mundo de la Arquitectura en proyecto y construcción. De esas cosas como cuando los albañiles te medio ignoran o te dicen que se esperarán para hacer lo que les indicaste hasta que llegue “el arqui”; el acoso de parte de los superiores; o esa forma en la que se reparten los negocios en un bar en donde las mujeres no tenemos participación ni conocimiento; o que te contraten sólo por ser mujer porque tu no abrirías tu propia empresa, porque eres más leal o miedosa que un hombre, entonces habría menos rotación de personal, porque te conformas con un puesto seguro.

En mi casa, mis padres siempre me trataron igual que a mis hermanos en cuanto a capacidades e importancia; jamás me sentí con ninguna debilidad al lado de un hombre, siempre supe que podía ser la mejor entre los mejores, incluso debo decir que cuando era niña jamás sentí a un hombre como competencia, en realidad me parecían inferiores en capacidades y desarrollo, y sí, las mujeres despertamos más temprano en muchos aspectos de la vida. Pero llega un momento en el que los “reglamentos” de la sociedad te alcanzan con sus “deberes”, como: “debemos” lucir bonitas, “debemos” hacer dieta para mantenernos delgadas, “debemos” casarnos con un buen hombre antes de cumplir treinta, “debemos” tener una cantidad adecuada de hijos, “debemos” ser amables y femeninas, “debemos” usar tacones y ropa ajustada para vernos presentables, y con tantos “debemos”, me pregunto ¿A qué hora podemos ser unas excelentes profesionistas? Y de verdad me pregunto ¿Cuándo nos han importado todos esos “deberes” de parte de un hombre?, Estamos demasiado controladas por las obligaciones para cumplir con las expectativas de ser una “buena mujer”.

Yo soy una buena arquitecta y también soy mujer, y aunque para las arquitectas el camino sea más tardado y complicado, cualquiera, cuando se nos da la oportunidad, puede apreciar nuestra extraordinaria forma de ver las cosas, la funcionalidad que podemos proponer a las obras, ese ojo que tenemos para resolver proyectos, la facilidad para solucionar los problemas del día a día en el trabajo; he logrado ser apreciada como una buena arquitecta y mis propuestas siempre son escuchadas con atención y agrado. Pero este lugar me ha costado bastantes situaciones incómodas y difíciles de sobrellevar solo por el hecho de ser mujer.

Definitivamente las mujeres somos buenas arquitectas, buenas abogadas, buenas ingenieras, buenas amas de casa, buenas administradoras, somos buenas en todo simplemente porque somos seres humanos con capacidades extraordinarias, capacidades que siempre pueden perfeccionarse día con día. Solo espero que llegue el momento en el que ya no sea un tema a tratar, cuando mencionar “igualdad de género” sea algo absurdo porque será algo del pasado y ya todos tendremos igualdad de oportunidades e igualdad de respeto.

*Docente de la carrea de Arquitectura de Universidad Xochicalco, Campus Ensenada.

Por: M. Arq. Laura Maribel Dueñas Espinoza*