|    Artículo:   Vivienda de interés social, la experiencia de habitar en México   |

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09-03-2018
Durante los años noventa del siglo pasado el gobierno de México cambió su actitud paternalista hacia un nuevo esquema facilitador de la vivienda de interés social, con base en las modificaciones del marco legislativo, normativo y la transformación de los organismos de vivienda; esta postura provocó un cambio radical en el sector con el dominio de las empresas privadas que con absoluta libertad edificaron la vivienda masiva en todo el país; fue tal el fervor por contrarrestar el déficit de la vivienda social, que no se priorizaron los aspectos cualitativos.  


“La habitabilidad se refiere a las características espaciales, sociales, ambientales y cualidades que contribuyen a la sensación de bienestar personal y colectivo de los individuos y a su sentido de satisfacción como habitantes de un asentamiento particular” (UN-HABITAT, 1996). En lo que respecta a la habitabilidad físico-espacial, son las condiciones de diseño relativas a la estructura física, evaluadas según variables de dimensionamiento, distribución y uso de las diversas escalas territoriales del hábitat tanto internas, externas y del entorno inmediato.

El objetivo de la habitabilidad físico-espacial es entender la interrelación del hombre y la dimensión física requerida para cubrir una necesidad, según las variables de dimensionamiento y funcionamiento de un espacio determinado. Estas variables deben cumplir los estándares mínimos, que le dan a los espacios la “cualidad de habitable” (Jirón M. et al., 2004). 

La habitabilidad físico–espacial es solo un componente para generar las condiciones óptimas de bienestar, seguridad, eficacia, comodidad y productividad. Es importante tener en consideración algunas disciplinas como la ergonomía, que permite la interacción entre los seres humanos y otros elementos de un sistema, dentro de sus componentes incluye factores humanos como los antropométricos con el estudio de las medidas del cuerpo en todas sus posiciones y actividades, así como factores objetuales como la forma, la dimensión y la proporción.

Al aplicar la ergonomía se obtiene un objeto seguro, productivo, cómodo y eficiente aplicable a las diversas escalas territoriales desde lo urbano, lo arquitectónico y la conformación del espacio interior con el diseño del mobiliario.

Es así como se debe de dar una interrelación entre el contexto, el sujeto y el objeto, donde cada género posee diferentes estructuras funcionales y espaciales, de ahí la relevancia de exponer diversos enfoques de la habitabilidad físico-espacial desde el punto de vista de los actores involucrados: El gobierno como regulador,  el promotor de vivienda como diseñador de  productos, y el usuario como transformador del espacio que habita, con el objetivo de definir criterios de mejora en cuanto al dimensionamiento, distribución y uso de la vivienda.

Como caso de estudio se retoma la vivienda de interés social bajo el esquema de producción de vivienda masificada y privatizada, edificada en la ciudad de Ensenada, Baja California desarrollo de la empresa “Urbi Desarrollos Urbanos, S. A. de C. V.” que con su visión empresarial logró promover más de 200 mil viviendas a lo largo de 25 años, formó parte de las empresas grandes de la república mexicana. El área de estudio es el fraccionamiento Villas del Real Segunda Sección, que corresponde a un fraccionamiento habitacional multifamiliar de tipo residencial para la promoción de viviendas de interés social, con publicación en el año de 1998. En los últimos años surge un interés creciente del sector público y privado, por la calidad de la vivienda debido a la problemática social en torno a estas. 

El gobierno como regulador.

Nuestro derecho constitucional a una vivienda digna y decorosa se retoma en la Ley de Vivienda en el artículo 2º, se considerará vivienda digna y decorosa la que cumpla con las disposiciones jurídicas aplicables en materia de asentamientos humanos y construcción, habitabilidad, salubridad, cuente con los servicios básicos y brinde a sus ocupantes seguridad jurídica en cuanto a su propiedad o legítima posesión, y contemple criterios para la prevención de desastres y la protección física de sus ocupantes ante los elementos naturales potencialmente agresivos (D.O.F., 2006).

El gobierno como regulador de la calidad de la vivienda bajo los parámetros jurídicos define las condicionantes del diseño arquitectónico según los requerimientos de habitabilidad, funcionamiento y acondicionamiento ambiental teniendo como objetivo lograr el confort y la funcionalidad de la vivienda, al definir las dimensiones mínimas espaciales, es decir el área, ancho y alto de la edificación.

En el caso de Ensenada, a través del Reglamento de la Ley de Edificaciones para el Municipio de Ensenada (2008), una vivienda que alberga una familia promedio de 3.71 habitantes, la superficie mínima equivale a 30.42m2 conformada por una recámara, otra pieza habitable, servicios completos de cocina y servicios sanitarios; además de garantizar el asoleamiento, la ventilación e iluminación natural y artificial en la vivienda según el emplazamiento y las condiciones climatológicas del lugar; contar con los servicios básicos incluyendo agua potable, alcantarillado, pluviales, eléctrico y comunicaciones; comodidad al evitar la contaminación visual y por ruido, higiene en servicios y seguridad estructural. 

En el 2007 al momento de generar la actualización de la reglamentación municipal, fue necesario la participación de los diversos sectores, donde la superficie mínima de la vivienda se convirtió en un tema de debate y conflicto, al justificar la reducción de la superficie como una oportunidad de bienestar y mejor calidad de vida de los usuarios. En ese contexto surgieron algunas publicaciones que ejemplifican la toma de decisiones y la estrecha relación entre gobierno y promotores.

Querían hacer “pichoneras” de 20 m2  Los empresarios desarrolladores propusieron al Cabildo que les autorizara a construir viviendas de 20 metros cuadrados, cuando se dieron cuenta que estaba trabajando en el Reglamento de la Ley de Edificaciones para el Municipio de Ensenada.

Beneficia el reglamento a constructores El Cabildo aprobó el 2 de octubre, los reglamentos de la Ley de Edificaciones para el Municipio de Ensenada, en la que establece una vivienda mínima de 45metros cuadrados y se le da también figura de vivienda progresiva. Las viviendas que construya el Ayuntamiento serán a partir de 21 metros cuadrados y conocidas como pies de casa. (…).[1] Ante la lucha por vivir en condiciones de dignidad, las pretensiones de los desarrolladores se vieron truncadas al quedar prohibida la edificación de vivienda progresiva masiva de 21m2, visto por todos como una ofensa. 

En el 2008 se reformó el reglamento en sus artículos 74, 75 y 76, en el título tercero condicionantes del diseño arquitectónico, en el capítulo I-Requerimientos de habitabilidad, funcionamiento y acondicionamiento ambiental, específicamente sobre piezas habitables, complementarios y no habitables, así como el de vivienda mínima y el de las dimensiones y características mínimas de las edificaciones según su uso, quedando derogado la superficie mínima por 21m2 para vivienda progresiva.

El promotor como diseñador de productos.

El promotor de vivienda de interés social, es el empresario que participa en la producción total de un bien económico denominado vivienda que engloba las distintas fases que forma parte de su producción. La Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda organismo que agrupa a las empresas que se dedican a la promoción y desarrollo de vivienda, su misión es favorecer el desarrollo sustentable, representar y apoyar a las empresas afiliadas para contribuir a producir la vivienda que en cantidad y calidad requiere nuestro país, además de tener un gran interés por participar e influir en la formulación de la política nacional de vivienda.

Para Urbi Desarrollos Urbanos, la vivienda es una gran línea de producción donde al final se encuentra el cliente; dentro de este proceso mejoró los tiempos de entrega y los costos, además de elevar la calidad. Obtuvo beneficios tales como viviendas resistentes, puertas y ventanas durables, además de instalaciones de calidad certificada. 

La comercialización del producto de Urbi se realizan a través de una conexión emocional con frases como: 

“No es lo mismo vivir que habitar.”  

“Habitar significa dejar huella de ti en cada rincón de un lugar, para hacerlo cada vez más tuyo. Recorrerlo o detenerse a mirar su belleza.”

“Habitar es convivir, es valorar la presencia de los demás, disfrutar de tus derechos y responder con tus obligaciones.” 

“Habitar es disfrutar con los tuyos dentro y fuera de tu hogar, es poder atravesar la puerta sabiendo que tu verdadera casa es el mundo que está allá afuera. Aunque el mundo no sea perfecto, llevamos 25 años soñando con hacerlo cada día mejor.” [2] 

Existen diversos prototipos replicados por más de diez años a lo largo y ancho del país, con una superficie mínima alrededor de los 30 m2, con fachadas consideradas dentro del estilo fusión colonial californiano o contemporáneo en sus últimas facetas. El promotor se ha enfocado en la venta de un producto inmobiliario, en los hechos se establece que en el diseño de los conjuntos habitacionales no existe una relación entre el objeto y el sujeto para los fines sociales a los que debe dar solución en las diversas escalas territoriales. 

El usuario como transformador de la vivienda.

La superficie mínima de la vivienda social en México en los años setentas oscilaba en los 90 m2, en los ochentas en 60 m2, en los noventas alrededor de los 40 m2 y en la primera década del Siglo XXI en los 30 m2; la necesidad de crecimiento por parte del usuario cada vez es más evidente, como lo señala Mario Forné (1998): “Las viviendas se transforman y crecen para adecuarse a las necesidades de espacio de los sectores sociales destinatarios”. Por otra parte, evidencia que existe un desfasaje entre las decisiones proyectuales de los diseñadores y las demandas de los habitantes, tanto en lo que respecta a la superficie, además de las limitaciones en la legislación y en los sistemas constructivos autorizados por las normas técnicas respectivas.

El conjunto habitacional Villas del Real Segunda Sección consta de 987 viviendas de interés social, para el uso habitacional unifamiliar con viviendas de 56.72 m2 en un nivel (213 vivienda Tipo II); con lo que respecta al uso habitacional multifamiliar se conforma por once condominios horizontales, incluyendo viviendas en régimen condominio con superficie de 41.09 m2 en un nivel (594 viviendas Tipo I) y de 67.20 m2 de dos niveles (180 viviendas Tipo III).  

En lo que respecta a características funcionales, las tipologías de las viviendas (tipo I) y (tipo II), fueron diseñadas para crecimiento en segundo piso, de estructura rígida tanto por la forma, dimensión y sistema constructivo; su implantación en el predio permite crecimiento en la parte frontal. Además, la disposición de los espacios y áreas de almacenaje provoca barreras físicas; las instalaciones para alimentar los muebles sanitarios a pesar de estar próximos, se cuenta con dos muros húmedos en la vivienda.

Al momento de realizar la muestra (2008) los datos obtenidos son los siguientes, el número de viviendas con transformaciones fue de 23.40%, de las cuales el 21.07% es ampliación de la vivienda y el 2.33% a ampliación con otro uso. El crecimiento equivale a un 25.32% (12.14m2) más de superficie para la vivienda, que se le asignó a la estancia o a un área de comercio. Por otro lado, también se observaron viviendas desocupadas en un 10%.

La vivienda en México siempre se ha concebido como un patrimonio familiar. Las características constructivas de las intervenciones se refieren a autoconstrucción; sobresale la utilización de sistemas constructivos tradicionales, en su mayoría se utiliza bloque común para los muros, así como losas de concreto armado o en su defecto cubiertas de madera. 


Conclusiones

La habitabilidad de la vivienda de interés social en México, es tema de estudio desde diversas vertientes como la Psicología, la Sociología, la Arquitectura y la Economía. Una de las causas de lo que actualmente se edifica resulta de la carencia de instrumentos normativos que favorezcan la calidad de la vivienda, así como la falta de correspondencia arquitectónica e identificación espacial entre el objeto habitado y el sujeto, además de la falta de sentido de responsabilidad social y compromiso de los profesionales, en el diseño arquitectónico y en el involucramiento para la elaboración de las políticas públicas.

La importancia de la habitabilidad físico-espacial en la Arquitectura se establece a partir de la evaluación de las variables de dimensionamiento, distribución y uso, así como de la estructura física de la vivienda, las dimensiones inapropiadas para el desarrollo de una actividad en un edificio y por la necesidad de cumplir con los estándares mínimos.

La insatisfacción de los residentes desde el punto de vista arquitectónico tiene que ver con una reducida superficie de la vivienda, así como la falta de diseños flexibles o la oferta de diversidad tipológica. Como lo mencionan Montaner y Muxí (2010) la vivienda además de cumplir con calidades mínimas y suficientes de habitabilidad, debe de ofrecer requerimientos mínimos de adaptabilidad, es decir una vivienda que permite la evolución y modificación del espacio, el incremento de los habitantes que alberga, la adecuación a los diferentes tipos de familias y a los cambios dentro de la misma.

Los períodos de uso y permanencia de un espacio dependerán de los diseños a la medida de los habitantes de una zona geográfica determinada, tanto en interiores como exteriores; que responda a los valores socioculturales, a los usos y costumbre, a los aspectos bioclimáticos. Además de la inclusión de sistemas constructivos prefabricados y desmontables, así como la recuperación de las azoteas y el aprovechamiento del espacio en volumen.

El panorama tras haber profundizado en los diversos enfoques de la habitabilidad físico-espacial, deja en claro la postura e intereses prioritarios de los actores, enfocados a dar solución a una necesidad estadística de déficit habitacional, así como de los deseos empresariales de aumentar la cartera de clientes, una visión opuesta a la de los habitantes quienes han dado respuesta a sus necesidades espaciales con la transformación y crecimiento de la vivienda.

En el Siglo XXI la solución para lograr la experiencia de habitar, no solo está en manos de los profesionales de la Arquitectura como responsables de la creación del hábitat humano, sino en el trabajo interdisciplinario y en el diseño integral del objeto arquitectónico y su entorno, con énfasis en el estudio del lugar, la sociedad y su cultura.

*Maestra en Arquitectura por la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UABC Campus Mexicali, Master en Vivienda por la Escola Técnica Superior d'Arquitectura de Barcelona de la UPC, Arquitecta Asociada del taller Architectums, correo: ccastt@hotmail.com  y Maestro en Desarrollo Urbano por la Universidad Iberoamericana Campus Tijuana, Director del Taller Architectums, correo:  julio.salynas@gmail.com

Referencias

Comisión Nacional de Vivienda. (2010). Código de Edificación de Vibienda. México: CONAVI.

Association, I. E. (2000). http://www.iea.cc. Recuperado el 25 de marzo de 2013, de http://www.iea.cc: http://www.iea.cc/01_what/What%20is%20Ergonomics.html

Centro de Investigación y Documentación de la Casa, A.C. (2012). Estado Actual de la Vivienda en México 2012. México, D.F.: CIDOC y SHF.

Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos. (1996). Programa Hábitat II., (pág. http://habitat.aq.upm.es/aghab/aproghab.html#B). Estambul.

De Chiara, J., & Callender, J. (1983). Time Saver Standards for Building ty[es. Singapore: McGraw-Hill.

LEY DE VIVIENDA, publicada en el DIARIO OFICIAL (Primera Sección), Estados Unidos Mexicanos, martes 27 de junio de 2006.


[1] El vigía / Noticias / Información General. Ensenada, México. 07 de Octubre de 2007 en http://www.elvigia.net/noticias/?seccion=generales&id=38641, mayo 10, 2008.

Por: Cynthia Rosario Castillo Bejarano y Mtro. Julio Alberto Salinas López*