|    Artículo:   Las redes sociales, beneficio o perjuicio para los adolescentes   |

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17-01-2018
La educación es un fenómeno muy complejo en el que intervienen variables individuales y sociales. Y es en esta forma de concebir la construcción del conocimiento desde donde analizaremos a los adolescentes en el uso o abuso de las redes sociales y de cómo influyen en sus relaciones de convivencia y de aprendizaje.

Antecedentes teóricos sobre los procesos de aprendizaje

Un breve recorrido por la teoría del constructivismo, así como por los teóricos más relevantes en cuanto a los procesos de aprendizaje nos ayudarán a comprender mejor a los adolescentes. Empezaremos por definir qué es el constructivismo. Básicamente puede decirse que es una construcción propia que se va produciendo día a día como resultado de la interacción de los aspectos cognitivos y sociales. Y en esta construcción que realizamos todos los días y en casi todos los contextos en los que se desarrolla nuestra actividad interna o externa, nos formamos al respecto.

Según las posturas de los teóricos

Se definen tres tipos de constructivismo. De manera un tanto coloquial podrían formularse de la siguiente manera

1.- El aprendizaje es una actividad solitaria.

Piaget, Ausubel, Psicología cognitiva: Aquí se dice que el alumno es autodidacta, pero se le concede un papel a la cultura y a la interacción social.

2.- Con amigos se aprende mejor.

Piagetianas, cognitivas y vigotskianas: Se aprende en el intercambio de información entre compañeros.

3.- Sin amigos no se puede aprender.

Vigotskiana radical: Aquí el conocimiento no es producto individual sino social.

En conclusión, no hay una más correcta que la otra, creemos que las tres son complementarias y sus aportaciones son enriquecedoras. Se tendría que dar más estudio por los teóricos para desempatar los trabajos y dar posturas diferentes. La educación es un fenómeno muy complejo en el que intervienen variables individuales y sociales. Y es en esta forma de concebir la construcción del conocimiento desde donde analizaremos a los adolescentes en el uso o abuso de las redes sociales y de cómo influyen en sus relaciones de convivencia y de aprendizaje.

Las redes sociales y su implicación en la vida diaria

Las redes sociales nos permiten comunicarnos y mantenernos informados, pero en los últimos años han pasado de ser una herramienta para la comunicación a provocar un impacto negativo en algunos usuarios, siendo los adolescentes los más vulnerables ya que están pasando por un periodo de muchos cambios donde no saben realmente cuál es su identidad, es así como las redes sociales se convierten en un medio que les permite expresar sus ideas y sentimientos y, sobre todo, conocer a gente diferente.

Las redes sociales tienen un impacto positivo y negativo en la vida de miles de adolescentes, ya que se han convertido en las herramientas principales para socializar y convivir, en su mayoría los jóvenes de secundaria y preparatoria; son ellos los que la mayor parte de su tiempo, sea libre o no, la pasan frente a un dispositivo electrónico. El uso excesivo de las redes sociales influye de manera negativa en la vida de los adolescentes cuando se presentan problemas tales como:

Crear una adicción.- esta adicción conlleva muchas consecuencias, como alejarlos de su vida normal (ya podemos ver este fenómeno), pues al no tener un contacto físico con los demás, les permite a los adolescentes crear un personaje ficticio que a su vez les permite ser lo que no son en el entorno real. Pero no solo influye en las conexiones sociales y personales, sino en su desempeño académico y en su salud, ocasionándoles problemas de obesidad e hipertensión.

Para sustentar esto nos apoyamos en una reciente investigación hecha por la Universidad de Hermosillo, Sonora a cargo del Dr. Gustavo León Duarte, (2014), docente e investigador del departamento de psicología de dicha universidad, donde señala que el uso de las redes sociales (Twitter y WhatsApp) dominan las referencias de acceso tecnológico digital entre los jóvenes de 12 a 15 años de edad y sobre estos construyen su socialización primaria. Sustenta también que cuando inicio el estudio, en 2001, el Facebook era la red social más empleada y que ahora ha sido desplazada por Twitter y WhatsApp, e incluso otras redes más sofisticadas debido a que tienen mejores recursos para controlar la información que por ahí circula, además de que disminuye la posibilidad de que los padres se enteren.

El estudio también señala que los adolescentes pasan de 4 a 6 horas diarias entre semana en Internet y hasta 10 horas el fin de semana, motivo por el cual dejan de realizar actividades dentro del hogar, no practican deportes, no tienen tiempo para realizar de tareas escolares ni estudiar, incluso restan tiempo al descanso y a las horas de dormir. Si podemos ver a nuestro alrededor no será difícil creer que estas investigaciones están en lo cierto, pues nos damos cuenta de que los dispositivos electrónicos han absorbido a tal grado que ahora es usual ver reuniones en donde ya no interactúan las personas, pues cada uno tiene su propio mundo electrónico. Y habría que profundizar sobre qué tanto está afectando esta situación el proceso de aprendizaje académico.

La educación y la tecnología

En esta labor de defender al adolescente en el uso y abuso de las redes sociales, existen iniciativas que ya recogen ciertos matices sensibles a las TIC, diferentes disposiciones normativas se han ido actualizando, lo que se ha mantenido constante es el impulso de la autorregulación por parte de la industria y la necesidad de enfatizar la sensibilización y la formación de los adolescentes y adultos responsables.

Los derechos legales de uso

Si hablamos de la responsabilidad que los padres de familia tienen de educar a los hijos tenemos que hacer referencia a la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), presente en 198 países y con el objetivo de promover la defensa de los derechos de los niños; en esta ocasión, y porque el tema así lo requiere, hablaremos del derecho que tienen los niños al uso de la tecnología, y que dentro del decálogo de la propia UNICEF también nos deja en claro que quienes son los reguladores de este derecho son los padres y las madres de familia, con la gran responsabilidad de orientar y educar a sus hijos en el uso responsable de la Internet. Establecer tiempos de utilización, páginas que no deben visitar, o información que no deben proporcionar. Y que además, padres y madres también deben poder formarse en el uso de Internet para informarse de sus contenidos.

Claves para educar a los hijos en la adversidad

Sarraís, Fernando, Dr. en Medicina de la Universidad de Navarra y especialista en psiquiatría, comparte sus claves para educar a los hijos en la adversidad.

  • “Educar más con la cabeza que con el corazón”.
  • “Enseñar es una tarea más de la razón que de la afectividad”.
  • “Sembrar buena semilla, suele producir buena cosecha. Un mal clima influye para que no sea una cosecha abundante, pero no una mala cosecha”.
  • “No cansarse de dar buenos consejos y buenos ejemplos”.
  • “Exigencia con amor”. No existen traumas por esto, y la falta de exigencias (que a veces supone mayor cariño) puede tener consecuencias no tan agradables, pero que por comodidad es más fácil dejar hacer y evitar la confrontación y sentirse querido por el hijo si se le deja hacer lo que quiere.
  • “Enseñar en libertad: es súper importante enseñar a ser libre, con responsabilidad que supone recibir un premio o castigo, según sea la propia conducta”.
  • “El que algo quiere, algo le cuesta”, la buena educación ha de costar a ambas partes.

Y podríamos seguir mencionando estudios sobre el uso o abuso de las redes sociales y no terminaríamos. Lo cierto es que la dinámica actual nos deja ver la enorme influencia que tienen éstas en la vida de los jóvenes y la labor titánica que tienen tanto los padres como los docentes para poder equilibrar sus emociones. “O vivir como piensas, o acabas pensando como vives”. La conducta tiene una fuerza educativa transformadora muy poderosa. De aquí la importancia de hacer lo que se quiere enseñar.

Coincidimos pues en decir que existen beneficios y perjuicios en el uso y abuso del Internet y las redes sociales. El beneficio sería por un lado que toda la información que puedan requerir los jóvenes para la elaboración de sus tareas escolares, la encuentran en la red, lo malo está en el abuso y la finalidad que se persiga (ciberbullying) y que hoy la encontramos a la orden del día.

Pero coincido con los expertos en decir que los responsables directos son los padres de familia, y que hay que educar en libertad y no perder de vista lo que sus hijos están viendo, pues son ellos (como nos lo dicen los expertos), los responsables de educar y poner límites.

Entonces, ¿de quién es la responsabilidad de la conducta retraída que están teniendo los adolescentes?

Por: Ma. Luisa Soto Pérez