“Es posible que llore ocultamente
al recorrer en sueños algún nombre”.
Gilberto Owen
Vas llegando lentamente, pero tu voz llega antes
que tú y rodea mi frente.
Te escucho a cierta altura de mí. No quiero salir
del lugar en que te sueño. Adentro de mí sólo
estoy yo.
Tu voz es resplandor punzante y cálido.
El resplandor parpadea.
Tu nombre deja un hilo blanco.
Sobra del ángel que ha jurado no volver.